Higuaín y Ronaldo han avanzado rápidamente a los blancos, en superioridad tras la expulsión de Adriano antes de la media hora
Antes del descanso, Messi ha dado vida al Barça con un golazo de falta desde muy lejos
En la segunda mitad, Pedro, Alba, Montoya y Messi han rozado el empate que hubiera dado el título.
La Supercopa de España se ha escapado por un suspiro. El FC Barcelona, campeón de las tres últimas ediciones, ha caído por 2-1 en el encuentro de vuelta y se ha visto perjudicado de esta manera por el valor doble de los goles en campo contrario en caso de empate global (4-4). Ha sido una derrota dignísima de un Barça que ha empezado mal, frío, con un rápido 2-0 en contra y mermado por la expulsión de Adriano antes de la media hora de juego, un lastre con el que ha sabido lidiar gracias a un tanto de Messi de falta antes del descanso y gracias a una segunda mitad ejemplar con un hombre menos.
Las ocasiones de Pedro, Alba, Montoya y Messi cerca del final casi han otorgado un empate que hubiera sido épico, en un Santiago Bernabéu que ha sufrido de lo lindo a pesar de jugar con más de 60 minutos con un hombre más. El título, al final, ha sido para los blancos.
A remolque
El Madrid ha salido a por el gol que diera a la vuelta a la eliminatoria desde el principio. Valdés ha evitado el primero de Higuaín con una soberbia parada, pero nada ha podido hacer cinco más tarde, en un nuevo remate a bocajarro del argentino, beneficiado por una imprecisión defensiva azulgrana. El Barça temblaba más de lo habitual atrás, y el Madrid lo ha aprovechado mediante pases largos y la velocidad de sus delanteros. Así, Cristiano Ronaldo ha marcado el segundo antes de los 20 minutos y ha forzado también la roja directa a Adriano, último defensor en el minuto 27.
Valdés y Messi, decisivos
El encuentro del Bernabéu parecía visto para sentencia tras treinta minutos de juego: el Madrid ganaba por 2-0, con dos goles de margen para llevarse el título, jugaba con un hombre más y asediaba la meta de Valdés, decisivo para evitar repetidamente el tercero del conjunto blanco. Con diez jugadores, y muy poco a poco, el Barça ha ido por fin haciéndose con el balón. Con la posesión a su favor, ha logrado asemejarse al equipo de siempre y acercarse a la meta de Casillas. Montoya -en un principio descartado, luego en el banquillo tras la lesión de Alves y finalmente sobre el césped tras la roja a Adriano- ha sido el primero en avisar.
El segundo sería Messi, que no avisa dos veces. Un brillante lanzamiento de falta del crack argentino, al límite del descanso y desde unos 25 metros, ha significado el 2-1 y un balón de oxígeno y de esperanza para los de Tito Vilanova.
Dominio sin premio
En la segunda mitad el partido ha sido otro. El Barça ha consolidado su posesión y ha encerrado en su campo a un Madrid temeroso, que ha visto como Pedro casi empata en dos acciones rapidísimos en banda derecha. Luego, una internada de cada uno de los dos laterales –Jordi Alba y Montoya- y un remate de Messi en el tiempo de descuento han silenciado el Santiago Bernabéu, que finalmente ha podido celebrar el título del conjunto blanco.
Las ocasiones de Pedro, Alba, Montoya y Messi cerca del final casi han otorgado un empate que hubiera sido épico, en un Santiago Bernabéu que ha sufrido de lo lindo a pesar de jugar con más de 60 minutos con un hombre más. El título, al final, ha sido para los blancos.
A remolque
El Madrid ha salido a por el gol que diera a la vuelta a la eliminatoria desde el principio. Valdés ha evitado el primero de Higuaín con una soberbia parada, pero nada ha podido hacer cinco más tarde, en un nuevo remate a bocajarro del argentino, beneficiado por una imprecisión defensiva azulgrana. El Barça temblaba más de lo habitual atrás, y el Madrid lo ha aprovechado mediante pases largos y la velocidad de sus delanteros. Así, Cristiano Ronaldo ha marcado el segundo antes de los 20 minutos y ha forzado también la roja directa a Adriano, último defensor en el minuto 27.
Valdés y Messi, decisivos
El encuentro del Bernabéu parecía visto para sentencia tras treinta minutos de juego: el Madrid ganaba por 2-0, con dos goles de margen para llevarse el título, jugaba con un hombre más y asediaba la meta de Valdés, decisivo para evitar repetidamente el tercero del conjunto blanco. Con diez jugadores, y muy poco a poco, el Barça ha ido por fin haciéndose con el balón. Con la posesión a su favor, ha logrado asemejarse al equipo de siempre y acercarse a la meta de Casillas. Montoya -en un principio descartado, luego en el banquillo tras la lesión de Alves y finalmente sobre el césped tras la roja a Adriano- ha sido el primero en avisar.
El segundo sería Messi, que no avisa dos veces. Un brillante lanzamiento de falta del crack argentino, al límite del descanso y desde unos 25 metros, ha significado el 2-1 y un balón de oxígeno y de esperanza para los de Tito Vilanova.
Dominio sin premio
En la segunda mitad el partido ha sido otro. El Barça ha consolidado su posesión y ha encerrado en su campo a un Madrid temeroso, que ha visto como Pedro casi empata en dos acciones rapidísimos en banda derecha. Luego, una internada de cada uno de los dos laterales –Jordi Alba y Montoya- y un remate de Messi en el tiempo de descuento han silenciado el Santiago Bernabéu, que finalmente ha podido celebrar el título del conjunto blanco.
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