Guardiola aprovechó que las gradas del Camp Nou ya estaban vacías para salir por última vez al césped como técnico y revivir el homenaje junto a su familia.
Pep Guardiola vivió el sábado una noche de emociones intensas que difícilmente olvidará. La que es su casa, su gente, le quiso brindar un sentido homenaje el día que el de Santpedor dirigía el último partido en el Estadio como técnico. Cuando ya en las gradas no quedaba nadie y parte de la iluminación ya se había apagado, Guardiola volvió al césped del Camp Nou. Acompañado por su pareja y sus tres hijos, el técnico quiso repetir el mismo ritual de 2001, cuando se despidió como jugador. Entonces fue su pareja y sus padres quienes estuvieron con él en este momento.
Después de unos minutos pisando el terreno de juego y sentado en el banquillo junto a sus hijos, se fueron sumando el resto de familiares y amigos que quisieron estar al lado de Guardiola en este día. Todos juntos se reunieron para hacerse una fotografía de recuerdo.
Después de unos minutos pisando el terreno de juego y sentado en el banquillo junto a sus hijos, se fueron sumando el resto de familiares y amigos que quisieron estar al lado de Guardiola en este día. Todos juntos se reunieron para hacerse una fotografía de recuerdo.
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